sigue la historia...

bueno, cuando terminé de dar las clases con mis queridos alumnos, me dirigí a las termas de la ciudad ¡y no sabéis lo que encontré! las termas estaban sucísimas, llenas de desperdicios de basura desperdigados por el suelo, no me lo podía creer así que lo que hice fue dirigirme a los soldados que estaban patrullando por allí y les pedí las lanzas, luego, volví a la entrada de las termas y a todo ciudadano que salía de ella, le entregaba una lanza y le ponía a recoger residuos, así al cabo de media hora, habíamos recogido, entre media ciudad todos los desperdicios.

Cuando volvi a mi casa estaba agotado y , bueno aquí acabó otro día...